Entonces, ¿ha afectado a Volkswagen su mala reputación?

El dieselgate ha dejado la reputación de Volkswagen muy tocada a pesar de mantener sus ventas de automóviles. Según anunciaba hace pocas semanas el grupo, las cuentas del fabricante se cerraron en 2015 con unas pérdidas de 1.582 millones de euros, motivadas en gran parte por el aprovisionamiento de los 18.000 millones de dólares que se estima pagará la marca como sanción por los 482.000 automóviles trucados, solo en los Estados Unidos. Las pérdidas de este ejercicio contrastan con los 10.847 millones de euros de beneficios en 2014. Es decir, los errores se pagan caros. Además, el daño reputacional se ha contagiado al resto del sector del automóvil.

Los consumidores a día de hoy están preocupados por las informaciones generadas a partir del dieselgate, pero el precio y la calidad siguen primando a la hora de adquirir un vehículo. Si bien Volkswagen no ha sufrido en ventas, siendo la marca de automóviles más vendida en España durante el 2015, pero si ha sufrido una pérdida de reputación por la cual ha tenido un impacto económico en la empresa.

La reputación se ha convertido en un activo estratégico para las empresas. Negocios con buena reputación demuestran una capacidad diferenciadora para atraer inversiones, retener clientes y empleados, a la vez que construyen mayores niveles de satisfacción y fidelidad hacia sus productos y marcas.

Si tomamos como referencia esta definición de la reputación, vemos cómo las ventas no son necesariamente un factor clave en la construcción de la reputación, aunque sí pueden verse afectadas por el impacto de la reputación.

Y es que, al parecer, a los españoles y los consumidores en general estas informaciones sobre las emisiones no han afectado a nuestro comportamiento de compra y es que a nueve de cada diez consumidores les preocupa la contaminación, pero el principal factor de compra es el precio (69%), no las emisiones (16%).

Como conclusión, hemos podido observar que la marca Volkswagen se ha visto muy afectada por la crisis que sufrió pero que aun así se ha mantenido fuertemente en el mercado y ha conseguido tener un elevado número de ventas, pero a su vez la imagen de marca se ha visto muy manchada por esta grave crisis. Además, también hemos observado que los consumidores están concienciados y preocupados por el medio ambiente, pero les gana el precio, siempre buscan gastarse lo menos posible y al final la contaminación del automóvil que compren la dejan en segundo plano.