Con la fidelización de clientes es muy importante hoy en día. Captar nuevos clientes es una tarea difícil, por lo que las estrategias orientadas a la fidelización se convierten en primordiales para cualquier tipo de organización.
Un buen plan de fidelización se basa en tres pilares:
1. Ofrecer un buen producto, aunque esto ya no es suficiente.
2. La organización debe estar orientada al cliente. Todo el staff debe esforzarse para ofrecer un trato excelente al cliente para evitar que el cliente busque otras opciones en el actual entorno competitivo.
3. Sacar el máximo partido de las nuevas tecnologías. El análisis de datos, por ejemplo, permite segmentar, e incluso, personalizar a los compradores, creando planes de retención que aumenten la satisfacción con la marca.
4. Sencillo de entender. Muchas veces son muy complejos y pesados, lo que hace que sean poco efectivos.
5. Flexible y con una dinámica que enganche, algo sencillo gracias a las nuevas tecnologías. Debe ser claro desde el comienzo.
6. Que los miembros puedan acceder a nuevos beneficios.
7. Que el plan sea atractivo también para quienes no son clientes.
En cuanto a la proactividad, las empresas todavía pueden ser más proactivas. La clave está en observar como evolucionan los gustos de los clientes para adelantarse a sus necesidades y llegar a convertirse en una empresa de referencia para ellos.
Algunas claves interesantes para realizar un buen plan de fidelización son los productos gratis y descuentos. También las tecnologías, que permiten a las empresas contar con historiales de compra de forma fácil. Así, al conocer la opinión de los clientes podemos saber también sus preferencias de compra, y así personalizar las recompensas.
El punto más sugerente es el que hace referencia al factor sorpresa. La forma en que la marca interactúa con los clientes es muy valorado por ellos. La innovación es un aspecto muy valorado, que se vincula con la percepción de la organización, fresca, nada aburrida, y de la que los usuarios quieren formar parte. Con esto se llega a una fidelización emocional que es difícil de romper por parte de los competidores.
Un ejemplo de un buen plan de fidelización es el de Starbucks. Las personas ganan estrellas por comprar productos dentro de los diferentes establecimientos de la cadena y se integra perfectamente con su aplicación móvil. De este modo las personas pueden estar al tanto en el momento que obtienen recompensas o desean simplemente consultar su perfil y el número de estrellas ganadas.
También se puede acceder a diferentes niveles de privilegios conforme se aumenta el consumo. Algunos de los beneficios incluyen obsequios y bebidas gratis en fechas de cumpleaños, cupones de descuento, ofertas especiales y refills gratuitos de bebidas en diferentes establecimientos, entre otros.
Para concluir, podemos decir que los planes de fidelización están cada vez mas presentes en las organizaciones. Focalizar las preferencias de los clientes es primordial.

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