Los sentidos son la vía rápida para llegar a las emociones humanas. Son directos, provocativos e inmediatos. Difíciles de burlar y aún más difíciles de anular.
En los últimos años se ha constatado una importante evolución de la comunicación publicitaria, que ha ido sustituyendo su carácter puramente informativo y racional por otro más emocional que apuesta por los sentimientos del consumidor. Se trata de un “nuevo” enfoque publicitario cuyo objetivo es enamorar al consumidor a través de unos mensajes as cercanos, sensibles y duraderos. Esta comunicación, por lo tanto, prioriza a figura del consumidor por encima del producto y sus beneficios.
Dicha publicidad se ve reflejada en las lovemarks, las cuales crean vínculos emocionales con los consumidores. Por ejemplo, uno de los ingredientes principales que ha de tener una Lovemark según Roberts (2005) son los sentidos.
En este caso nos centraremos en la vista. Cuando activamos este sentido en publicidad pensamos en imágenes, no en palabras. Nuestros ojos absorben una increíble cantidad de información y lo hacen rápidamente.
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Un claro ejemplo de Lovemark que utilice este ingrediente es la marca de chocolates Lindt.
En sus spots publicitarios acostumbran a utilizar imágenes de chocolate fundido brillante (cómo la imagen adjunta al margen derecho) posándose suave y sutilmente sobre los moldes de bombones o tabletas para que el consumidor active sus sentidos y pueda casi oler o tocar ese chocolate desde su casa, pero solo podrá verlo.
En 2010 Lindt lanzó una gama de chocolates con sabores más intensos como el de menta o café entre otros. En su publicidad podemos ver que aplicaban un fondo marrón como el del chocolate y en el centro de la imagen el ingrediente que combinaba el sabor con su chocolate.
Lo importante de estas piezas publicitarias son los dibujos difuminados que aparecen a los lados de la menta, café, arándanos etc. que nos recuerdan visualmente al olor, la frescura o calidez (según el ingrediente).
En conclusión, únicamente por medio de la vista Lindt consigue apelar a otros sentidos como el gusto o el olor, consiguiendo así que el consumidor necesite su experiencia Lindt.
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